domingo, 30 de octubre de 2011

Experimento en morfosintaxis

Hace tiempo que llevo dándole vueltas a esto de la sintaxis (ver post anterior), y dentro de esta filosofía de "búsqueda", sigo probando.

Este ha sido mi último experimento:

Han sido dos diferentes:

3ºESO:

Mis estudiantes siempre pierden mucho nota en las corrección por despistes, olvidarse de decir el tipo de sintagma, señalar algún núcleo, etc. Así que hice lo siguiente, les puse un examen con solo cinco oraciones, tenían que analizarlas y una vez hecho levantaban la mano y yo les llevaba un portatil con un test en el que les preguntaba lo que más me interesaba de cada oración, los resultados han sido sorprendentes:



En resumen: 5 suspensos, 9 aprobados,  15 notables y 14 sobresalientes.

Era condición indispensable entregar el análisis hecho para poder hacer el test.

4ºESO

Aquí fue un poco diferente, en vez de 5 oraciones fueron 10, con más complejidad sintáctica porque ya había subordinadas sustantivas. Lo hice en dos sesiones, una para hacer las oraciones y otra para hacer el test, dejamos una semana entre medias (ellos no sabían que después venía el test). No hace falta decir todos los beneficios que ha traído la actividad porque cualquier profesor@ de lengua ya los sabe. Os pongo los resultados igual (esta vez en gráfico)



En definitiva, a mí me ha encantado. Estoy segurísimo que si hubiera corregido de forma tradicional los exámenes los resultados hubieran sido mucho peor, pero de esta manera he tenido muy pocos suspensos, sé exactamente en qué fallan y dónde, incluso con diagrámas y he tardado más tiempo en preparar el examen que en corregirlo, no me cargo de trabajo corrector y puedo hacer este tipo de controles más amenudo. Para mí, por ahora, todo son ventajas. Ahora os toca opinar... Gracias.




martes, 18 de octubre de 2011

¿Para qué sirve la sintaxis?

A raíz de una discusión que tuvimos el otro día por twitter @pephernandez @carmenduran y yo, me ha surgido la duda. ¿Realmente vale para algo la sintaxis? Si es tan importante para escribir, ¿por qué la mayoría de los grandes escritores no sabe sintaxis?

Pero, ¿qué es sintaxis? La definición que nos da wikipedia me parece muy acertada:

 "La sintaxis es la parte de la gramática que estudia las reglas que gobiernan la combinatoria de constituyentes sintácticos y la formación de unidades superiores a estos, como los sintagmas y oraciones gramaticales. La sintaxis, por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas existentes entre ellas." (Wikipedia, 18/10/11)"


Para mí, lo más importante es que la sintaxis estudia las relaciones. Si atendemos al proceso de comprensión, el ser humano comprende por relaciones. Este es el enfoque que yo doy al estudio de esta disciplina: enseñar a pensar. Pero no porque crea que mis estudiantes van a "escribir mejor" que es lo que siempre me han vendido. Desde el momento en que no es necesario saber sintaxis para construir un buen texto, no veo su finalidad en ese sentido. Por eso desarrolle este mapa conceptual:




Este mapa, muy imperfecto, responde al proceso deductivo. Que aprendan a deducir por eliminación que función cumple cada sintagma. Esto no es una gran avance en el proceso de la docencia de la sintaxis, pero es un paso adelante en pro de ese cambio que muchos reclamamos. 

Aún así, sigo dándole vueltas. Creo que necesitamos un cambio radical, en la línea de @pephernandez una búsqueda del cambio cognitivo tan reclamado en la pedagogía. ¿Qué pensáis?


jueves, 22 de septiembre de 2011

Tiempo

"It's still the same old story
A fight for love and glory
A case of do or die
The world will always welcome lovers
As time goes by"

Herman Humpfeld, 1931.




Y la vida continuaba. La misma ventana, día tras día. Marco blanco, grisáceo, aluminio frío y de una sola capa. Día tras día la veía pasar, con su vestido rojo tras una máscara de fría porcelana. Era hermosa, tanto que sus ojos parecían no servir para otra cosa que para mirarla. De hecho, podía decir que sólo los utilizaba para tal fin. El resto de la jornada estaban fríos, apagados, cual polichinela en paro.

Día tras día, el sol nacía en su frente y se ponía en su espalda, larga, infinita, sin horizontes... Ella nunca miraba hacia arriba, no tenía porqué. Un piso anodino, marrón y sin una sola maceta. Si no estuvieran las persianas levantadas, nadie habría dicho que estuviera habitado. Él se deshacía en su anhelo.

Pero parémosnos un momento a pensar. A ver, Pedro, ¿realmente te gustaría conocerla? No eres ninguna belleza, nunca has destacado en nada en la vida. Tu cuerpo de treintañero anda una década adelantado, y no tienes sentido del humor. En otra época, en otro lugar, te habrían sacrificado en una altar por inservible. ¿Qué puedes aportar?









El tiempo como única respuesta. La soledad fielmente le ofrece su hombro. Pero Pedro sigue mirando, día a día, a esa mujer que pasa bajo su ventana. ¿Debería bajar a ofrecerle una sonrisa barata? Este pensamiento es arrancado de su mente por una bandada de cuervos negros. ¡Fracasado! Oye tras las pestañas del alféizar.

Pero llegó. Tenía que pasar. Una mañana, mientras ella entraba a la panadería de todos los días, vio que por primera vez tenía que hacer cola. Un señor estaba comprando una barra de pan con una tranquilidad increíble. Algo raro había, parecía que sus movimiento no estaban destinados a conseguir un fin sino a dilatar el tiempo. De hecho, a su alrededor crecía algo... Algo como... No sabía describirlo, unos filamentos de luz surgían de su piel, algo así como electricidad estática, cada vez que algo se acercaba a ella, y hacía que se quedara como suspendido en el aire, como a cámara lenta.

Él se giró, en sus manos una barra de pan totalmente distinta a las demás que había en la panadería; en hacerla se habían tomado más tiempo. Su ropa cosida a mano, con todos los detalles sumamente pensados, su calzado irregular; hasta una mirada sin entrenar como la suya sabía que eran artesanos. Y sus ojos chocaron. Ella sintió que ya no tenía prisa; que el trabajo podía esperar, que si no llegaba en metro cogería el autobús; que todos los balances que tenía que cuadrar no eran tan importantes; que las amigas con las que había quedado después, las podría ver en cualquier otro momento; que no tenía esa sensación en el estómago de inseguridad. Bajó su mirada, su mano estaba rozando la de él, la piel de gallina, ¿sería de verdad electricidad estática? Entonces lo supo, lo había encontrado. Ya no volvería a tener prisa en su vida.

Pedro cerró la mano con la que mantenía la de ella. Treinta años después, la piel continuaba de gallina...




domingo, 18 de septiembre de 2011

inventando


Inventando

Invéntate un mundo, invéntate un tu, regálame un yo
bucea entre unos y ceros y créate, créame
juguemos a vivir una vida inventada,
escóndete tras el enter y cuenta hasta cien,
yo te esperaré entre links y banners;
regálame un yo y yo te regalaré un nosotros,
vísteme que yo te arroparé,
besémosnos hasta que el ventilador se canse
y el calor de la siesta nos envuelva.

Escríbeme que yo te dibujare...

Buceando he encontrado

¿Por qué buscar?

Si desde la sombra de mi ventana te veo pasar; si desde que me levanto hasta que me acuesto no siento nada; si desde que no busco no paro de encontrar. Dime morena por qué no dejo de pensar en ti; por qué mi piel te echa de menos; por qué el sabor salado de tu sudor no empapa ya mis sabanas; por qué el faro que alumbraba mi cayuco se ha apagado y ando a ciegas.

Que las palabras naden en internet, que buceen en un mundo de unos y ceros; que de entre todos los servidores nadie te sirva, que desde que amanezca hasta que anochezca sepas que siempre estarás aquí, y que te guardo un trozo de mi almohada para siempre.